Tu lugar, tu universidad, tu futuro.

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El martes 19 de septiembre se realizó en la Universidad Nacional de Moreno (UNM) la señalización del Edificio del Ex Instituto de Menores “Mercedes de Lasala y Riglos”, hoy sede de esta casa de estudios, como “Sitio de Memoria”. La actividad consistió en la colocación de una placa testimonial sobre la permanencia en el lugar de hijos de detenidos-desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar.

La iniciativa fue impulsada en forma conjunta por la Dirección Nacional de Sitios de Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, en cumplimiento de las Leyes Nacional N° 26.691 y Provincial N° 13.584, de preservación, señalización y difusión de aquellos lugares que sirvieron a los fines ilegales de las dictaduras que atravesaron la historia argentina.

Estuvieron presentes en el acto Ariel Gomplewicz, Director Nacional de Sitios de Memoria; Gabriela Juvenal, integrante de la Coordinación de la Red Federal de Sitios de Memoria; Francisco Mones Ruiz, Jefe de 

Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y Emiliano Quinteros, Director General de Derechos Humanos del Municipio de Moreno, junto a autoridades universitarias e integrantes de organismos de  Derechos Humanos del ámbito local y nacional.

El Ex Instituto Riglos es el Sitio de Memoria número 156 que fue señalizado. “Nuestra misión es identificar todos los lugares que estuvieron involucrados en dictaduras para que estos hechos no vuelvan a suceder. Tenemos previstas hasta fin de año más de 15 señalizaciones”, precisó Gomplewicz.

También participaron víctimas, hoy adultos, que transitaron por el Riglos en tras el secustro de sus padres. Se trata Nicolás Koncurat – hijo de Claudia Urondo y Mario Koncurat y nieto del escritor, periodista y poeta Francisco “Paco” Urondo, quien estuvo en el Instituto junto a su hermano Sebastián; Yamila Zavala Rodríguez –hija del Diputado Nacional Miguel Domingo Zavala Rodríguez y de Olga Irma Cañueto– Camilo y Pía Ríos –hijos de Carlos Ríos y Juana Armelí y Federico  Carlevaro –hijo de Raúl Carlevaro y Adriana Nosso.

A continuación se realizó el II Seminario “Los Derechos Humanos en el Siglo XXI: Escenarios Históricos y Desafíos Actuales”, en el que Camilo Ríos y Yamila Zavala Rodríguez compartieron sus testimonios con los participantes.

El encuentro analizó “El aspecto económico de los delitos de lesa humanidad en la Argentina” y estuvo  a cargo de la Docente de la UNM Judith Koning.

 

La Historia, en primera persona

Nicolás Koncurat

Permanecí en el Instituto Riglos durante dos meses junto con mi hermano Sebastián, como consecuencia de la desaparición forzada de nuestros padres, con la carátula de “niños abandonados”. Mis padres lucharon por un país con mayor justicia y acceso a la educación, tenían ideales que los movían a encauzar su vida no como individuos particulares  sino como núcleos de una sociedad en red. Mi abuelo, Francisco “Paco” Urondo fue director del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, sin ser un letrado, siendo poeta y escritor.

 

Yamila Zavala Rodríguez

Llegué al Riglos cuando tenía tres años y cumplí mis cuatro años en este lugar, el 8 de enero de 1977. Permanecí aquí aproximadamente tres meses. Según consta en los legajos, estábamos “a disposición de la Junta Militar”. También decía que mi mamá “se había fugado”, cuando, en realidad, fue víctima de desaparición forzada y es uno de los casos de desaparecidos hasta el día de hoy.  Volver aquí y encontrar que hoy este lugar sea una universidad pública, representa para mí una resignificación muy positiva. 

 

Camilo Ríos

Pasé por el Instituto Riglos cuando tenía cinco años. Para mí fue una eternidad, pero, cuando leí los legajos, descubrí que fueron 20 días. Tengo recuerdos frescos de la cerámica, de los patios, las habitaciones, la cocina. Mis padres militaron por una transformación social. La recuperación de este espacio como Sitio de Memoria, nos reconstruye.

 

Pía Ríos

Yo tenía tres años cuando estuve en el Instituto. Recuerdo unas escaleras y unos calefactores que estaban a la altura que tenía yo en ese entonces. Es maravilloso que volver y que este lugar sea hoy una universidad.

 

Federico Carlevaro

Es la primera vez que vuelvo. Estuve 18 días cuando tenía tres años hasta que me encontró mi familia. Tengo pocos recuerdos: los pabellones, que eran enormes, y el momento en que vino a buscarme mi abuelo. 

 

Memoria: pasado, presente y futuro

La historia del Ex Instituto de Asistencia Infantil "Mercedes de Lasala y Riglos" se escribió al calor de los distintos capítulos de nuestro país, de los más luminosos, pero también de los más oscuros.

Fue creado en 1868, en la Ciudad Buenos Aires. Su nombre fue un homenaje a una de las figuras femeninas que contribuyó a la Revolución de Mayo y que, años más tarde, presidiría la “Sociedad de Beneficencia”, responsable de las instituciones de bien público destinadas a mujeres y niños, que, hasta ese entonces, habían estado a cargo de órdenes religiosas.

El Instituto construyó su nuevo edificio de Moreno desde 1937 a 1944, año de su inauguración. La obra se basó en el proyecto del  arquitecto Eduardo M. Lanús y se destacó por ser representativa de la corriente arquitectónica más avanzada de su tiempo.

Llegados los años sombríos de la dictadura cívico-militar, el Instituto alojó a niños cuyos padres fueron víctima de detenciones ilegales. De la lectura e investigación de sus legajos, consta que quedaron retenidos entre 40 días y cinco meses.

El Instituto dejó de funcionar como tal en la década del ´90. Con el correr de los años, las instalaciones se convirtieron en sede de instituciones educativas de gran relevancia para la zona, entre ellas, el Centro Universitario Moreno (CENUM), donde se dictaban carreras de distintas universidades nacionales.

Argentina ingresó a una de sus etapas históricas de ampliación de la educación superior concebida como un Derecho Humano y fue entonces que se crearon las llamadas “Universidades del Bicentenario”, entre las cuales se encuentra la Universidad Nacional de Moreno. Creada por Ley Nacional N° 26.575 del año 2009, la UNM fue inaugurada oficialmente en 2010 e inició su primer Ciclo Lectivo en 2011, en las instalaciones del Exinstituto Mercedes de Lasala y Riglos.

Mediante la Ley N° 27.068 del Congreso de la Nación (sancionada en 2014 y promulgada en 2015), la UNM recibió la transferencia definitiva del predio, incluyendo el Edificio Histórico.

Actualmente, el Campus Universitario se encuentra en pleno despliegue y este edificio coexiste junto a otros nuevos y en construcción. 

La preservación del Edificio Histórico es una de las tareas más importantes del Plan Maestro de la Universidad. Trabajos recientes como la remoción de tejas y la limpieza de su frente tuvieron como objetivo la recuperación de sus características arquitectónicas originales. La colocación de la placa es un aporte fundamental a la responsabilidad colectiva de la sociedad argentina por la Memoria, la Verdad y la Justicia en un sitio en el que hoy se abre paso la vida universitaria.